Donde más te necesiten

Hay personas que nos complican la vida, otras que la hacen fácil y hay quienes comparten camino de forma tan fácil como silenciosa y cordial.

Un mes de febrero, tuve la suerte de conocer a alguien que, desde el primer día que fuimos a los cines Carlos III de Pamplona, me acompaña sin preguntar si la película es de Premio Sundance, escucha sin interrumpir y no pierde el tiempo esperando a que le devuelvan el importe cuando la película no merece su precio. Continuar leyendo «Donde más te necesiten»

Los muertos, ni pacientes ni clientes

Pasó ya el Día Internacional del Cáncer. Durante semanas vi cómo el rosa iba apareciendo en solapas, anuncios en prensa, televisión y cómo influencers de diferentes índoles hablaban sobre la importancia del compromiso, el afecto y la comprensión. El mismo tiempo de espera de la temida revisión, con más sombras que luces, como siempre. Continuar leyendo «Los muertos, ni pacientes ni clientes»

La agenda está llena

El otoño no es un cambio de estación sino de estado de ánimo. En verano, te cruzas en los pasillos de la oficina con compañeros que te saludan con la mirada y con la voz. Ahora observas miradas caídas, voces venidas a menos, incluso descubres gentes enmudecidas. Quizá porque la perdida del buen color adquirido en los viajes y paseos ha dado paso a un empalidecimiento que terminará en pieles cetrinas e incluso un aparente decaimiento.

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Dejarse caer

Me hubiera gustado ser una buena escritora, perfumista en Hermès o decoradora de casas de playa. Soy un poco de todo lo soñado, escribo en las empresas para comunicar y entender, y he tenido el privilegio de impulsar el gran cambio de oficinas que ha permitido abrirnos al color, a luz y al espacio abierto, que son tres máximas que bien podría compartir con Pascua Ortega. Continuar leyendo «Dejarse caer»

Al encuentro de un amigo en Italia

Las vacaciones son un derecho reconocido en el ámbito laboral que, sin embargo, a menudo a muchos nos cuesta disfrutar. Existen los obsesivos con el trabajo, quienes piensan que nadie puede sustituirles, quienes nunca encuentran planes atractivos y los que no tienen con quién disfrutarlas y prefieren hacer como que no existen hasta que les obligan desde recursos humanos. Continuar leyendo «Al encuentro de un amigo en Italia»

Cuando tu vuelves, me voy

Que también agosto en Madrid termina y es bueno sacar algunas enseñanzas, recordar algunas vivencias repetidas y dejar por escrito una Guía de Ruta para 2020.

1- Aunque parezca que todo el mundo coge vacaciones, hay quien como tú trabaja, ha hecho la misma elección o le ha tocado guardia. Y puede ser tu jefe. No eres el único de Madrid que ficha en agosto.

2- El tráfico rodado es más ligero y hasta puedes hacer estimaciones más fiables sobre el tiempo del recorrido al trabajo. Aprovecha que dormir cinco minutos más no supone llegar tarde.

3- Si puedes hacer jornada intensiva, vuelve a comer a casa y rentabiliza la compra de la mesa de comedor. Hay quien para para hacer un kit-kit y aguantar hasta el medio-tarde-día. Comer en casa es un privilegio a precios populares.

4- Aleja revisiones médicas o consultas de tu mente, quizá tus médicos también estén fuera y si vas te toque contar tu historia desde el comienzo de los tiempos . Vete solo al ambulatorio en caso de picadura grave, indigestión de chopitos o receta de urgencia. Tu cabeza merece parar.

No os apelotonéis y empecéis desde septiembre a pedir las vacaciones 2020. Disfrutad del hoy que el mañana es incierto.

Creo que me escaparé unos días: sin móvil, sin ordenador, sin reloj. Pero solo se lo diré a quien tendría que tirarme de las orejas si no vuelvo. Me iré con la sensación de no dejar terminados todos los deberes y de culpabilidad  por irme cuando todos vuelven. Pero también, cuando me quite el reloj que tanto me gusta sabré solo sufriendo se disfruta, que solo trabajando se ganan vacaciones y que cuando vuelva el mundo seguirá girando como siempre. Porque solo soy lo que soy, una pequeña pieza en una organización, empresa, que trata de poner música en un campo de lavanda, dibujar en una moleskine a sus sobrinos, escribir para sus cuarenta lectores y cocinar para los intrépidos amigos.

 

Calla para que te escuchen


He vuelto al silencio tras una observación serena los últimos meses a personas que escuchaban bien
, que hablaban lo necesario y que pasaban tiempo consigo mismos. Unos meses de cambios internos me han animado a empezar un proyecto personal al que doy forma ahora.

La semana pasada, curiosamente y con sorpresa, cayó en mis manos un artículo sobre la importancia científica del silencio en la nuestras vidas. Lo mío era pura intuición y observación, así que me sorprendí gratamente. Me he obligado cada tarde a dejar el móvil en la cocina, olvidar la tele, arrinconar los libros, apagar por un rato el ordenador, bajar el toldo y ponerme las gafas para mirar hacia adentro. Continuar leyendo «Calla para que te escuchen»

¿Veranear trabajando?

Las salas de espera empezaron a vaciarse igual que los despachos y las amplias salas de trabajo en las empresas. Al llegar agosto, el vacío en Madrid, al menos en la primera quincena, es más evidente. Como buena “provinciana” siempre he mantenido que éste es el mejor mes para disfrutar de la capital, aunque sea trabajando. Pero lo que no baja es la carga de trabajo, al menos para quienes tenemos en nuestros cuadernos de cargas la obligación de impulsar proyectos e ideas. Faltan manos a las que repartir y lo que no sobra el tiempo. La única ventaja es que quizá hay menos presión generalizada. Continuar leyendo «¿Veranear trabajando?»

Y se hizo la luz

Desde 2016 intento desarrollar la paciencia: con los médicos, los diagnósticos, los dolores, los post-dolores, las recuperaciones, la re-establecimiento de fuerzas, el lanzamiento de proyectos

Llevaba meses esperando el concierto de Luz Casal, con la ilusión de escuchar la voz quebrada que lo mismo canta un bolero que una canción con aires sudafricanos. La vida estos años me ha enseñando a no soñar con grandes planes pero mantener grandes ilusiones. Disfrutar de los campos de lavanda con música es un privilegio al alcance que me permite cada año disfrutar de uno de los mejores atardeceres que puede haber, siempre junto a mis dos grandes amigos y anfitriones. Continuar leyendo «Y se hizo la luz»

Con Luz Casal entre lavandas

Esta noche pasearé por los campos de lavanda de Brihuega, me sentaré en una silla de madera y le escucharé cantar. Para ella, recitar melodías como “No me importa nada” “Rufino” o “Un pedazo de cielo” no es solo un trabajo. Su voz partida, un gesto que nos obliga casi a ayudarle a terminar las frases o tenderle la mano, son signos de una persona especial: ella es Luz como su nombre, de apellido Casal. Continuar leyendo «Con Luz Casal entre lavandas»

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