¿Veranear trabajando?

Las salas de espera empezaron a vaciarse igual que los despachos y las amplias salas de trabajo en las empresas. Al llegar agosto, el vacío en Madrid, al menos en la primera quincena, es más evidente. Como buena “provinciana” siempre he mantenido que éste es el mejor mes para disfrutar de la capital, aunque sea trabajando. Pero lo que no baja es la carga de trabajo, al menos para quienes tenemos en nuestros cuadernos de cargas la obligación de impulsar proyectos e ideas. Faltan manos a las que repartir y lo que no sobra el tiempo. La única ventaja es que quizá hay menos presión generalizada.

La primera ventaja de agosto es ir a trabajar sin grandes atascos. Me gusta mirar, con discreción, las caras de quienes circulan cada mañana a sus trabajos, los fitipaldis que llegan de los alrededores como queriendo decir que ya llevan una hora de adelanto en la vida, los adormilados que han cogido su coche y les cuesta darse cuenta que van conduciendo, las mujeres agobiadas con niños que dejar en casas de sus abuelos, son algunos de los tipos de damnificados por el veraneo. Así que estos días puedo mirar sin presión porque muchos han desaparecido y otros dilatan sus horarios.

La segunda ventaja del mes es poder hacerte las revisiones sin colas. Los ambulatorios están vacíos y muchos de ellos con sustitutos un poco despistados. Los médicos especialistas se turnan y hay que elegir bien el día, eso sí, si te pueden atender reflejan más interés que en cualquier otro, así que tardas pocos y la experiencia es más satisfactoria.

La tercera gran ventaja es poder comer en casa. La jornada intensiva se inventó para poder sobrellevar el calor en las oficinas. Lo que yo sobrellevo es el frío de los aires acondicionados, las diferencias de temperatura y las corrientes que me obligan a escaparme a trabajar en la soledad de alguna sala, parar el aire, y contrarrestar los dolores de cabeza que me producen las dichosas maquinitas.

Hoy escuchaba en televisión a un famosillo que narraba cómo la enfermedad le estaba haciendo replantearse su vida. El verano permite también darte cuartel y disfrutar aun más de cada recorrido sin atascos, de cada café sin espera, de cada comida con amigos relajados. Pero lo más importante, al menos para mí, es que recupero momentos para el reencuentro con amigos a los que no veo cuando el trabajo apura, todavía más.

¿has leído entero este post? ¿no te has tomado vacaciones del blog? O ¿estás de vacaciones y puedes por fin leer mi post? De cualquier forma, gracias por estar ahí y dedicarme tiempo, aunque lo mejor es que te dediques a leer a La dependienta (Sayaka Murata), Los felices días de verano (Fulco di Verdura) o Domina (Guy de la Bédoyère).

A disfrutar…

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10 opiniones en “¿Veranear trabajando?”

  1. Sí, me he leído entero este post; yo ya no me tomo vacaciones, tampoco del blog … los leo todos, en silencio … tratando de comprender las vivencias que transmites … y darte las gracias … un inmenso abrazo

  2. Gracias, como siempre, María.
    Leerte siempre es inspirador, especialmente en determinados momentos en que la gente que te rodea no comprende o no quiere comprender.
    Un beso grande!

    1. Gracias a ti por leer. No siempre quien te rodea te comprende, y tampoco sé si hay que esperar siempre ser comprendido.
      Y en verano, lo más importante compartir, aunque no siempre comprendamos.
      Un abrazo enorme, salud, saludos y a disfrutar de ese mar …

  3. Llegó este finde y 10:21 pm en CDMX. Rancho, paz, tiempo, naturaleza, reflexión. Así que si pude leer completo …..
    Desde luego, menos tráfico, aglomeraciones, de acuerdo y tiempo para » platicar» con las amigas que están en la capital y no han salido de vacaciones. ¡Simplemente genial! de acuerdo contigo María José.
    Pues a disfrutar de este tiempo y salir los finde .
    Un beso.

    1. Desde luego que sí, hay que buscar siempre la parte positiva de la vida. Y del trabajo. Un mes de agosto pensé que me resultaría difícil volver a trabajar con la fuerza y la pasión que me caracterizaba. Ahora pienso que, como Luz Casal, me falta fuerza pero he ganado en sabiduría. Cada día de agosto trabajando es un día para soñar que los todos los proyectos se materializarán. Cada día en Madrid en agosto es una oportunidad para buscar esos momentos especiales para recuperar horas robadas a los amigos y dedicadas al trabajo… porque tiene que haber tiempo para todo, un fuerte abrazo, salud y saludos,

    1. Un placer en la vida es tener personas que te leen, aunque estén de vacaciones o trabajando. Lo de positiva es normal. Hay que mirar siempre al frente, al futuro, solo mirar el pasado para agradecer estar vivos, y disfrutar del presente. Salud y saludos, bueno y abrazo,

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