Pócima de palabras, Súbito y fulminante

El abril de 2016 inicié este blog en el que trataba de plasmar las lecciones aprendidas con el cáncer que me habían diagnosticado. Un buen amigo me dijo entonces que sacar a la luz requiere valentía y hay que medir las consecuencias. Y no le faltaba razón. Sin temor al tumor ha sido uno de mis bastones. Además, cuando me incorporé al trabajo, me permitió compartir el reto de compartir vida profesional y superación personal.

En marzo 2020 abrí el capítulo de confinamiento. Un nuevo reto y revisión de las prioridades de vida cuando un virus nos cambia el paso. Soy persona de riesgo y eso me llevó a mirarlo con otros ojos. Desde que me confiné, pensé que la esta reclusión era un seguro de vida.

Si el diagnóstico me llevó a abrir un blog, el coronavirus un libro. Todo cambió súbito y fulminante para todos, y a mi me llevó a horas deliciosas de teclado. Busqué refugio, paz y respuestas en las palabras. Espero que lo leas lector o lectora, y te reconozcas.

Gracias por estos años de compañía.

Recuerda que todo pasa.

Cuida tu salud.

Sonríe.

Vive.

Sé.

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