Cumple de Décadas Doradas

IMG_4690A veces no se quiere cumplir años. Y eso que este año tenía motivo para celebrarlo, porque había descubierto un obstáculo en la vida y había sido capaz de sortearlo. Sin embargo, una llamada me recordó que mi nacimiento comenzó en un cementerio mientras mi madre lo visitaba. Tuvo que salir corriendo porque yo venía con ganas de vida, con prisa por respirar y con alegría por conocer a Mor y Mi, además del Jefe. Normal que a veces tenga momentos de tristeza, recogimiento y hasta nostalgia, los sentimiento propios de las perdidas y del no saber que nos deparará la vida y la muerte. Continuar leyendo «Cumple de Décadas Doradas»

Un petit déjèneur

IMG_4693_PETIT DEJENEURAlgo importante no ha cambiado en la vida. Porque cada día descubro que nada es lo que parecía, no sé si le pasa a todo el mundo, aunque supongo que terminaré descubriéndolo.
El desayuno es la mejor comida del día. Nada se puede asemejar a un café largo con poca leche y un delicioso croissant. El café me recuerda como olía la casa de mi tía al despertar, como empecé a enamorarme de su sabor y jugar a descifrar sus matices de olor. Continuar leyendo «Un petit déjèneur»

Casi nada de lo que temes suceda, sucederá

IMG_4725_PLANCHA GHDLeía el otro día que el 80% de nuestros temores nunca llegan a suceder. Gastamos mucho tiempo y mucha energía inútilmente. Con lo cara que está la electricidad, como para malgastar.
Sin grandes cortes rompedores, con la melena recta de toda vida, con el color castaño natural, siempre nos gusta llevar el pelo cómodo y funcional. Y ahora pienso que perderé el pelo y quizá la fuerza como Sansón. Está claro que un buen pelo y un taconazo ayudan. Como dice una amiga empresaria en mundo de hombres, la altura te hace invencible. ¡Y yo que no sé andar con alzas! Me falta de todo. Y encima lo dice mi amiga que mide metro ochenta y que caminamos como Tip y Coll o como el Punto y la “i”. Continuar leyendo «Casi nada de lo que temes suceda, sucederá»

Las salas de espera no son silenciosas

IMG_4677_SALA ESPERAAl iniciar la aventura hospitalaria, nadie advierte de la cantidad de tiempos muertos que vas a ir acumulando con el tiempo, más bien son tiempos eternos. Con mirada curiosa se te abre un mundo mujeres diversas: las recién embarazadas que discuten con sus maridos que quieren ir a una despedida de solteros, las amigas que se acompañan mutuamente a revisiones periódicas (¿quién en su sano juicio quiere compañía para tales eventos?), las que van a revisiones de un tumor superado e irradian felicidad….
Ah… ellos… los hombres no tienen desperdicio, llegan tarde con la corbata suelta, esperan contestando sus smartphones y sobre todo flotan de incomodidad. No están hechas salas de espera llenas de revistas para mentes tan ocupadas.
Los médicos ya no marean la perdiz, van al grano o garbanzo. Ahora ya a eliminar el drenaje que de un plumazo o tirón. El tiempo sigue corriendo a tu favor, pero el contador se pone a cero. Porque habrá que esperar más hasta saber el tratamiento. Si la vulgar frase era “mucho lobo para tan poca caperucita”, aquí “mucha espera tan copa tan pequeña”.

De vuelta a la clínica sin respirar

DRENAJEAl día siguiente de operar, cuando te duele el pelo y todavía no has despertado de la anestesia, ya te mandan a casa. ¿Dónde mejor que con tus costumbres y tu familia? Vacaciones hasta el lunes.
Llega la hora de la verdad, es el momento de saber cómo ha ido la intervención. Poco a poco te vas dando cuenta que todo puede salir bien, que todo sale bien, y que los tumores tienen su niveles y nomenclaturas. Como si de un Pantone se tratara, el médico te comunica el numerito de gravedad o levedad de Garbancito. Parece que no es un pequeño infiltrado al que no hemos dado tiempo ni a crecer ni a desarrollarse. Pongo cara como de saber y haber leído en internet, aunque en realidad dejé de investigar a la tercera incursión infructuosa. Continuar leyendo «De vuelta a la clínica sin respirar»

El Alta llega antes de lo que esperas

Salida ClinicaLevantarse y saber que es el primer día de tu nueva vida es una sensación rara, muy rara, rarísima.  

Al día siguiente de operarte ya te mandan a casa. No has roto nada, no parece haber llenazo, ni ser San Fermín que necesitan camas por si acaso en Pamplona. Continuar leyendo «El Alta llega antes de lo que esperas»

En Zona de Pulido

thumb_IMG_4509_1024“Hola, buenos días”. Doble amanecer, doble renacer. Afortunada que es una. ¿Tendré la piel tersa como cuando te ponen suero durante catorce días y descubres que la gente se hace costosísimos tratamientos de recuperación de la piel cuando con esto basta? Me parece que no.

Los camilleros están infravalorados. Ellos meten la directa cuando te llevan al quirófano porque saben que tienes prisa en pasar el trago y conducen en cuarta cuando te devuelven a la habitación, haciendo el recorrido como una visita tranquila por los pasillos que pudiera ser un “paseo por las nubes”.
Hay que tener familia seria para afrontar los momentos duros. La mía es una pandilla de hermanos que aprovecha cualquier momento para el chiste y la broma, salvo Morgan, el mayor que se encarga de poner un poco de sensatez. Así ya había descubierto que la maquina de café ofrece un producto sensacional. Quizá quiera volver solo para catarlo.
Una mano tan suave como firme es clave. La mejor medicina, la mejor energía transmitida por la imposición de manos, eso sí, sin haber estudiado esas nuevas técnicas de las que tanto se habla.
Giro, poco, la cabeza y veo unas preciosas flores. Azaleas. Después me traen unas hortensias. Signos de vida que crece de los que te quieren, al menos un poco-mucho y soportan tus rarezas.
Déjate regalar flores, bombones y galletas que no cambian la vida, cambian la forma de ver la vida.

En el Taller de Chapa y Pintura

Tanta bromita y heme aquí, con la “maletica” o “el fin de semana” en mano, camino de la 305. Miro el gran ventanal y las cuatro torres de Madrid se divisan acompañando mi estancia por poco tiempo espero.

Aunque la vista sea magnífica.IMG_4477

Toca bajar a la zona de marcado. Sí sí, como si del mercado CEE (Comunidad Económica Europea) se tratara, para facilitar a la cirujana el trabajo posterior. Es sencillo, con un simple contraste les basta para centrar el disparo directo a Garbancito y poderlo liberar de su estancia hostil. Pero como siempre, he sido original, y algo tan sencillo y simple debe repetirse porque mi cuerpo se resiste a doblegarse a un colorcillo. De esta forma tengo oportunidad de estar en una salita supongo radiactiva, leyendo sin leer por tener los ojos secos y haber olvidado las gafas, escuchar cómo llegan pacientes recurrentes. Pero al final, lo logra el médico, claro está. Continuar leyendo «En el Taller de Chapa y Pintura»

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