Por el buche entra el cámara

 

PanendoscopiaNo sabemos cuánto hay de mareo en el rosario de pruebas previas al tratamiento mencionado y esperado. Lo que sí anima es saber que esta panendoscopia es la última. Si es que hasta los nombres se sofistican.

En septiembre de hace muchos muchos años me hicieron una gastroscopia en México, sin avisar, sin sedación, metiendo un grueso tubo por la boca que me hizo ver las estrellas, eso sí, con la sonrisa de un médico que sólo me habló de las maravillas de la medicina en España y una enfermera que asentía con cara de asesina.

Hoy tienen intención por navegar a través de mis canales, por el esófago, a la búsqueda de anomalías o no, para poder aplicarme a futuro una medicación acorde con mi capacidad de resistencia. Y yo no lo veré hasta que no me den el resultado. Con lo curiosa que soy de la vida y el cuerpo.
Pero como dice Bob Dylan, “los tiempos ha cambiado”. Tras un ingreso diario, esto para los profanos quiere decir que no te vas a quedar a pasar la noche, que no te van a dar de cenar ni despertar varias veces, te vuelves a enfundar en el traje de luces del hospital en su versión “puedes atártelo por detrás”, te llevan de nuevo a un mataderito. ¡que bien! Estoy de nuevo con la anestesista que se ríe cuando me ve. Solo me da tiempo para recordarle que soy su déjà vue. Cuando despierto estoy ya en la habitación casi sin dolor de garganta. Para poner de nuevo a prueba mi cabeza, el jaquecón del día anterior sigue apretando mi cerebro, pero no le hago caso, me limito a meterme un pastillazo y recordar “que la medicación está para algo y que no hay que esperar a no poder más”. Vuelvo a casa y caigo, caigo dormida. Mañana será otro día.

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3 opiniones en “Por el buche entra el cámara”

  1. Solo tú puedes describir esa experiencia con tanta naturalidad.¿te das cuenta de cuantas personas pueden aliviar su incertidumbre con este tête à tête ? Tienes un Don y un Din musical que llega y se entiende, se comparte y se te acompaña en esta aventura en la que te ves envuelta. No sé porque me transporto al grado de dolor que se puede tener….

    En lo que nos conocemos siempre te he admirado por seleccionar lo mejor y lo peor siempre lo tuviste discreta y caritativamente. Asumido como parte de una disciplina asimilada y con la que hay que viajar en este,»nuestro Camino en peregrinaje»un ejemplo de categoría y estilo Navarra! Suscitas muchas enseñanzas silenciosas suscitas en los demás, no lo dudes. Además como tienes la suerte de marchar en esta vida con ese «ángel» de cuerpo y alma a tu lado.
    Todo este Rosario es parte de la vida y pronto pasara. En este mundo matraca cada uno tiene su cometido y su estilo de sobre llevarlo; el tuyo es ejemplar y de muchísima categoría, adelante caminante.
    Y descansa no pienses tanto ….Dios piensa por ti.
    Nunca perdiste la sonrisa …ahora menos!
    Este pulso lo puedes ganar. Un beso fuerte desde Allende los mares. Chata!

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