Se acerca el momento de la verdad. La “prueba del algodón” que supongo dejará claro que “avanza satisfactoriamente”. Porque me siento como la alumna que permanentemente se sienta frente a los problemas de matemáticas y sabe que tiene que sacarlos sin saber bien cómo. Y cada cierto tiempo, como si fuera ya, a “exámenes globales”. En verano no aprobé y también mis defensas andan peleando. Los datos de análisis de sangre, ecografías etc. dirán.