Angel y Torero

Cuando muere un niño víctima del cáncer piensas que la vida no es justa. El pequeño Adrián se hizo tristemente famoso por su sueño de ser torero e hizo el paseíllo por la plaza de toros de Valencia de la mano del Maestro Ponce. Soñaba con lograr grandes gestas y estaba llamado a la gloria. Hoy el sueño se ha truncado.

De nuevo la muerte por cáncer revuelve tu vida y te muestra la fragilidad de la vida. Aunque creo que yo también tengo muchos sueños por cumplir, cada fallecimiento me revuelve mi vida, me trae a Garbancito de nuevo y me pone en jaque.

De nuevo la muerte por cáncer me recuerda que poder escribir es uno de mis placeres y mis sueños, de mis privilegios y dones, de mis obligaciones con los demás y conmigo.

Cuando desearon la muerte de Adrián insensatos anti-taurinos se me desgarró el alma ante la incomprensión del ser humano. Y hoy cuando se ha cumplido, solo puedo pensar que le vi cumplir su sueño de torear, como yo el mío de escribir. Mañana Dios dirá.

Sígueme y da me gusta:

6 opiniones en “Angel y Torero”

    1. No tengo duda. Por eso cada vez que veo la imagen de este niño sonriendo a la vida, me llena de satisfacción y me anima. Un fuerte abrazo y espero tener oportunidad de compartir lo que hacemos tan bien: reír y sonreír.

    1. No sé si soy una supercampeona, sé que estoy intentando afrontar cada paso con confianza en los médicos y voluntad para superar cada obstáculo. Y que en el camino cuento con familia, amigos, conocidos, compañeros, una tropa de ángeles y un guardián permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error

Te gusto la entrada? Por favor, comparte :)