Nueva consulta, viejos recuerdos

 

Diapositiva4Decía en el ultimo post “Disculpen si no me muero” y con razón. Cada visita al médico me sirve para que la historia de
Garbancito recobre vida
(como si no lo recordara mi cuerpo cada mañana y la química cada noche).

El tratamiento tiene sus efectos secundarios negativos, por supuesto, incluso un pequeño riesgo de cáncer de otro tipo, pero pequeño, vamos que casi ni es «riesgo» (o eso quise pensar, aunque ya lo había leído y releído sin dar crédito). Pasaré página, para qué agobiarse.

Aprovechó mi amigo el calvito para contarme la historia de otra paciente con mi mismo diagnóstico y simultáneo al mío, que no hizo el tratamiento recomendado y al regresar a consulta más allá del tiempo recomendado, le descubrieron un nuevo tumor. No podía “reñirle” porque ya estaba suficientemente contrariada. Optó por un camino alternativo y había perdido el tiempo. No pasaré página, hay que hacer lo que toca.

En los momentos duros nos aferramos a todo y a todos los que nos den esperanza de sufrir menos, de curarnos mejor, de vivir siempre y de olvidar. Como no soy médico, no puedo escribir recetas, pero sí debo escribir que los milagros son difíciles para tristes mortales y que la medicina es el camino.

Termino ya, no sin confesar con humildad que, todavía hoy, tengo momentos en los que no creo lo que estoy viviendo, quiero dejar el tratamiento y sueño con que la correcta alimentación me cura y previene de Garbancito 2.

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Un comentario en “Nueva consulta, viejos recuerdos”

  1. Lo que faltaba es que te volvieras pasota ! Esa poesia preciosa y mítica «Cuando sientas que lo que te rodea es cabeza perdida».
    Uno tiene qué estar en lo que está, ser obediente, poner el cuerpo en la ciencia, dejándose llevar. Estás en las mejores manos, no investigues por tu cuenta; hoy en dia tenemos a la orden mucha informacion y no sabemos digerirla. Mejor delegar y dejarnos llevar como esa parte de Smetanna» Ma Blaz», ese rio Moldava, que encuentra diferentes obstaculos y los va sorteando exitosamente, sin desviarse. Cierra los ojos y móntate en esa corriente.
    Perdona la perorata. Te quiero, sé que vales. Y seguro que esos pequeños obstáculos solo quedaran en eso, en pequeñas secuelas. Dile al Doc. Que estás en sus manos y que todo saldrá bien. Y .. a Vivir y sufrir que es lo que nos toca! Te mando un beso y animo….?

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