1 de enero del 2020 Wow

Los niños pasan el tiempo con los que juegan con ellos, los jóvenes con los que comparten sus aficiones, los adultos con los conocidos en la carrera o el trabajo, los de mediana edad con quienes coinciden en intereses y los mayores con aquellos que coinciden con nuestras raíces o principios.

Ampliamos y ampliamos nuestra red personal y profesional, ansiosos de conocidos y amigos sociales y contactos profesionales, para terminar poco a poco reduciendola probablemente a principalmente cuatro tipos de personas:

Los que marcaron nuestra vida al principio, los amigos de la infancia, aquellos que ya he dicho en otras ocasiones, que conocen nuestro yo más auténtico.

Los amigos que tienen la paciencia de escucharnos repetimos historias de nuestra vida simplemente asintiendo con un gesto de aprobación.

Los amigos que sabrán ir cambiando hacia deportes más suaves con los años (atrás quedó el tenis, el padel, quedará el golf y quizá terminen en el croquet).

Los amigos con los que se queda a comer o a cenar, aquellos que saben que el mediodía es la mejor hora para disfrutar de los manjares y la buena conversación.

Amigos, verdaderos amigos, se tienen pocos, porque nos volvemos más excluyentes y selectivos. Terminamos siendo menos tolerantes ante la mala educación, los malos modos, los super-protagonistas, los voceras, los censores de vida ajena y los tristes.

Siempre he querido y quiero amigos que me hagan reír y sean mucho más listos que yo, para seguir aprendiendo sin prisa pero sin pausa.

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Un comentario en “1 de enero del 2020 Wow”

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